NOTICIA TEMA 11:
PROBLEMAS SOCIALES.
NOTICIA:
114 familias reclaman
al Gobierno ferrolano su piso social en Recimil
Paloma
Jiménez esperó durante tres años las llaves de su piso social en Recimil. Tenía
el número dos en un listado de 116 familias que aspiran a vivir de alquiler por
menos de 100 euros mensuales en alguno de los 992 inmuebles que el Ayuntamiento
tiene en esta barriada de Casas Baratas a la entrada de la ciudad.
A Paloma,
con un marido en paro y cuatro hijos de 2 a 9 años, le adjudicaron un tercero
de tres habitaciones en la calle Pontedeume hace unas semanas. Cuando abrió la
puerta, dice, se llevó una sorpresa que no esperaba y que una mano de pintura
no ha podido disimular: humedades, desconchones y una tubería rota. A todo
esto, explica, hay que sumar que el piso no tenía calentador ni cocina. “Somos
6 a vivir y con un niño malito de asma. Con el agua por el suelo no se puede”,
razona. Hoy presentó un escrito en el registro municipal para exigir que se
reparen las deficiencias del piso al que acaba de llegar. “La tubería por lo
menos”, se conforma. Jiménez se sumó hoy a la protesta que medio centenar de
personas en lista de espera para los pisos de Recimil, realizaron este mediodía
en las escaleras del Ayuntamiento de Ferrol con el apoyo de activistas anti
desahucios, BNG e IU.
En diciembre
del 2010, 116 familias iniciaron los trámites para optar a uno de los pisos
sociales de las Casas Baratas. Sólo dos, las de Silvia Conchado y Paloma
Jiménez, tienen las llaves. Otras 114 siguen a la espera y 151 quedaron fuera
de un listado con 267 solicitudes. Desde la Rede de Apoio Mutuo de Ferrolterra,
Fernando Lestón, opina que “con poco dinero se podrían hacer habitables muchas
viviendas”, aunque no sabe precisar cuantas.
El censo
real y legal de Recimil sigue siendo una incógnita que ninguna corporación ha
logrado despejar en las últimas dos décadas y que complica la gestión de este
parque municipal con 879 pisos y 113 bajos comerciales. El gobierno de José
Manuel Rey Varela, del PP, se comprometió a entregar 30 pisos en fechas
próximas que no concretó, lo que dejaría sin casa a otras 86 familias del
listado. La Rede exige que todas las personas tengan piso antes del inicio del
próximo curso escolar en septiembre. “Es una necesidad social acuciante”,
defiende Lestón. Cree que el problema depende la voluntad política de una
Administración local que da la espalda al drama cotidiano de muchos vecinos que
esperan por el piso que se les ha adjudicado pero que nunca llega. “O los
entregan con deficiencias”, remarca.
Los
afectados, que hoy realizaron una asamblea callejera para organizarse, están
decididos a protestar el tiempo y las veces que sean necesarias para lograr sus
objetivos: “alquileres sociales ya” (de 30 a 100 euros) para familias
vulnerables y con pocos recursos. “Sólo a base de presión lograremos que se
mueva algo y que esto no se olvide”, manifestó Lestón. Mientras, los vecinos de
Recimil denuncian que siguen las ocupaciones ilegales de familias que rompen
las puertas de pisos que saben vacíos para tener un techo sobre la cabeza. “Se
genera un conflicto social: gente necesitada contra gente necesitada y el
responsable es el alcalde”, concluye otro miembro de la Rede. La siguiente
protesta será en el pleno del jueves 30.
CRITICA:
En esta
noticia se puede apreciar que el
conflicto es igual al riesgo y que el riesgo es igual al impulso; de esta misma
manera el conflicto es igual a la
selección; de este modo las organizaciones; como parte de la sociedad, son
sistemas tendentes al equilibrio, enfrentadas continuamente a situaciones de
conflicto, resueltas con el retorno al equilibrio, y esto da al cambio o la
liquidación.
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