La edad media de emancipación en España en 2013 se sitúa en los 29 años
La
crisis económica ha acentuado la dependencia juvenil de la familia
en España, haciendo que siete de cada diez jóvenes entre 20 y 29
años vivan con sus padres, según un informe publicado el martes por
la Fundación La Caixa.
El
44,1 por ciento de los jóvenes españoles vive en el hogar familiar,
frente al 40,7 por ciento que lo hacía en 2005. En la actualidad,
la edad media de abandono del hogar familiar en España se sitúa en
torno a los 29 años, frente a países como Finlandia donde sus
jóvenes se independizan con 23.
Estas
cifras, pese a no ser especialmente significativas por la tendencia
clásica de emancipación tardía entre los jóvenes españoles, sí
ponen de manifiesto la ruptura con una tendencia iniciada en la
década de los 90 marcada por un abandono del hogar a una edad más
temprana y la convergencia con los jóvenes europeos.
“Nuestros
jóvenes son los más formados, los más libres y los más ricos a
nivel intelectual y a la vez son los que mayor incertidumbre y
desconfianza viven”, dijo Jaime Lanaspa, director general de la
Fundación La Caixa.
“En
España se consolida la emancipación tardía. Antes se decía que
los jóvenes eran cómodos. Ahora lo que cambia es que no hay
elección, es algo impuesto”, apuntó Almudena Moreno, coordinadora
del estudio “La transición de los jóvenes a la vida adulta.
Crisis económica y emancipación tardía”.
Otra
de las consecuencias del abandono posterior del hogar ha sido un
descenso en cuanto al número de viviendas encabezadas por jóvenes,
pasando de un 16,4 por ciento en 2005 a un 14,5 por ciento en 2011,
al no poder hacer frente al pago de una hipoteca o alquiler. Muchos
de los que ya se habían independizado han tenido que volver junto a
sus familias.
DESCONFIANZA
EN LOS SERVICIOS SOCIALES
Los
jóvenes españoles manifiestan una desconfianza casi total respecto
a los políticos, a los que suspenden con una nota de 2,8 sobre diez,
valorando negativamente la gestión de los servicios públicos. Más
del 50 por ciento lo considera como poco o nada satisfactoria.
“La
consecuencia directa es una gran deslegitimación de las
instituciones”, dijo Antonio López, autor del estudio y
catedrático de la UNED, quien añadió que “nuestros jóvenes son
invisibles para los servicios sociales y las instituciones”.
España,
junto con Grecia, Austria, Portugal, Italia y Luxemburgo, es uno de
los países que menos recursos destina a los jóvenes. El gasto
social no supera en 2,9 por ciento frente a países como Reino Unido,
que les dedican un 6,6 por ciento.
“No
es que el joven sea cómodo sino que tanto las instituciones como las
familias han hecho que sea cómodo. Y de esto se ha aprovechado el
Estado que lo ha convertido en una tendencia: no gastar en los
jóvenes”, dijo Moreno, doctora en Sociología.
COMPORTAMIENTOS
DIFERENTES
Pese
a que los jóvenes españoles parten con las mismas expectativas que
los europeos, son estos últimos quienes se emancipan antes y siguen
trayectorias distintas que no pasan por formar una familia.
La
independencia de los españoles está supeditada a la estabilidad
laboral y económica. Lo que realmente constituye un marcador de
entrada en la vida adulta de los jóvenes españoles es tener un
trabajo.
“En
España hay una preferencia cultural y social que asocia la formación
de la familia con la estabilidad económica, a causa sobre todo de la
falta de ayudas institucionales”, apunta el estudio, que añade que
los europeos valoran más la independencia porque así se lo inculcan
tanto sus familias como las instituciones.
Desde
que empezó la recesión económica a finales de 2007, la tasa de
desempleo en España se ha duplicado, situándose en un 24,6 por
ciento en mayo de este año -el nivel más alto de la OCDE. La tasa
de desempleo juvenil alcanzó un 52,1 por ciento en mayo de 2012
frente al 19,7 por ciento de 2007.
La
situación de los jóvenes es especialmente preocupante, ya que el
desempleo y las dificultades del mercado de trabajo para encontrar un
empleo pronto podrían poner en peligro sus trayectorias
profesionales y las perspectivas de beneficios futuros, según el
estudio.
El
número de ‘Ninis’ (jóvenes que ni estudian ni trabajan de
edades comprendidas entre los 15 y los 24 años) aumentó desde el
inicio de la crisis en un 5,9 por ciento hasta situarse en un 17,6
por ciento frente al aumento en el conjunto de la OCDE de tan sólo
un punto porcentual, con una tasa del 16,4 por ciento.
ANÁLISIS
Y OPINIÓN PERSONAL:
He
elegido esta noticia porque le he visto relación con el tema 15 del
libro de sociología debido a que cada vez los jóvenes se van mas
tarde de sus casas y eso es porque no sabemos lo que nos va a deparar
el futuro y estamos cansados de ver por los telediarios como cada vez
más gente se queda en el paro y sin casa y no sabemos como afrontar
esta situación en la que los pisos son cada vez más caros y que
para tener un nivel de vida normal hay que rogar a Dios ayuda pero
sobre todo porque está muy difícil encontrar un trabajo estable hoy
en día y no nos atrevemos a dar el paso de dejar el hogar de
nuestros padres porque aunque tengamos trabajo no sabemos cuanto nos
va a durar y no sabemos si dentro de 5 días vamos a estar en la
calle.
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