martes, 21 de mayo de 2013

NOTICIA TEMA 17: LA ECOLOGIZACIÓN


La 'ecologización' de la economía generaría hasta 60 millones de empleos.
 La transición hacia una economía más 'verde' podría generar entre 15 y 60 millones de empleos adicionales en el mundo durante las próximas dos décadas y ayudar a decenas de millones de trabajadores a salir de la pobreza, según un informe difundido este viernes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
   El director general de la OIT, Juan Somavia, ha destacado que el actual modelo de desarrollo ha demostrado ser ineficiente e insostenible, no sólo para el medioambiente, sino también para las economías y las sociedades.
   En el informe se analiza el impacto que la 'ecologización' de la economía puede tener sobre el empleo, los ingresos y el desarrollo sostenible en general. La OIT estima que, aunque los cambios se apreciarán en toda la economía, dicho impacto se reflejará especialmente en los sectores de agricultura, silvicultura, pesca, energía, industria manufacturera, reciclaje, construcción y transporte.
   El organismo apunta además a la eficiencia energética como otra fuente importante de empleos 'verdes'. De hecho, el sector de las energías renovables emplea actualmente a unos cinco millones de trabajadores, el doble que durante el periodo 2006-2010.
   En España, actualmente existen más de medio millón de empleos relacionados con productos y servicios medioambientales, cifra que todavía se encuentra bastante lejos de los tres millones de personas que trabajan en este sector en Estados Unidos.
   La OIT considera es fundamental el reconocimiento de los desafíos medioambientales y socioeconómicos de una manera integral y complementaria.
   "Promover procesos de producción sostenibles a nivel de empresa, y tomar medidas a favor de la extensión de la protección social, el apoyo a los ingresos y la formación profesional junto con un diálogo social eficaz representan los puntos clave para la obtención de resultados", subraya la organización.


OPINIÓN:
La sostenibilidad a nivel global se plantea con fuerza creciente como uno de los principales retos del siglo XXI. No son pocos los desafíos que han de vencerse en este camino, y cada vez suenan con más fuerza conceptos como la ecoeficiencia o la “ecologización de la economía”. Cobra importancia también la productividad de los recursos –que calibra el grado de uso o abuso de los recursos naturales-y surgen nuevos métodos para medir los impactos ambientales.
Se trata de ampliar el concepto de desarrollo sostenible tanto en el ámbito público como privado, estableciendo así un sistema de “gobernanza verde” global.Así las cosas, las pautas marcadas para buscar solución a los problemas globales se orientan cada vez más por la senda del desarrollo sostenible. En pleno siglo XXI cobran relevancia y actualidad las máximas recogidas en 1987 en el controvertido Informe Brundtland, que define al desarrollo sostenible junto al rol del crecimiento económico, la equidad social y el papel de los poderes políticos: “Responder a las necesidades esenciales requiere no sólo una nueva era de crecimiento económico para las naciones en las cuales la mayoría es pobre, sino también la seguridad de que los pobres recibirán una porción justa de los recursos necesarios para mantener el crecimiento económico”.
El documento ahonda también en la necesidad de medir el bienestar a través de indicadores que se alejen de las cifras macroeconómicas, una idea expuesta ya en su día en el ensayo “El fetichismo del PIB” de Joseph Stiglitz. De hecho, la relevancia del PIB más allá de sus repercusiones macroeconómicas ha comenzado a tomar relevancia en los últimos tiempos, al principio tímidamente, tal como se revela en un informe del PNUMA publicado este mismo año que destaca que la inversión del dos por ciento del PIB mundial en diez sectores fundamentales puede poner en marcha una transición hacia una economía verde baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos. Dicha cantidad, equivalente actualmente a alrededor de 1.3 billones de dólares anuales, respaldado por políticas nacionales e internacionales con miras al futuro, permitiría que la economía mundial creciera al menos al mismo ritmo, si no es que mayor, que el previsto con los modelos económicos actuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario